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Fanny Rabel «Luces» 1955

Investigación de:
Dra. Dina Comisarenco Mirkin, Académica del Departamento de Arte
Producción de:
Anahi Fernandez
Fiorella Camps
Fernanda Gomez
Jacqueline Romano
Alexandra Ovadia

Museo Franz Mayer
Mtro. Héctor Rivero Borrell, Director General
Lic. Alejandro López Sandoval, Asistente de Dirección General

Universidad Iberoamericana
Dr. José Morales Orzoco, Rector de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México
Dr. Javier Prado Galán, Vicerrector Académico de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México
Dr. Javier Cuesta Hernández, Director del Departamento de Arte
Dr. Alberto Soto Cortés, Coordinador de la Licenciatura en Historia del Arte
Dra. Ivonne Lonna Olvera, Académica del Departamento de Arte
Lic. Agustín Peña, Jefe de Contenidos Hablados y Culturales en Ibero 90.9
Lic. Carlos Acevedo, Laboratorista del Departamento de Comunicación

Dirección de proyecto:
Dra. Ivonne Lonna Olvera, Departamento de Arte

Coordinador de logística en el Museo Franz Mayer
Lic. Alejandro López Sandoval, Asistente de Dirección General

Audio
Alexia Toscano

Fotos: Fanny Rabel «Luces» 1955

Fanny Rabel «Luces» Guión

Luces (1955) de Fanny Rabel

por Dina Comisarenco Mirkin

 “Piececitos de niño, 
dos joyitas sufrientes, 
¡cómo pasan sin veros las gentes!

– Gabriela Mistral

          Luces, también conocida como En la calle, de 1955, resume la ternura, honestidad y realismo con los que la destacada artista Fanny Rabel (1922-2008) siempre interpretó a la niñez, uno de sus temas favoritos.A través de la melancólica expresión de los ojos del niño, sentado en el piso de una sombría esquina citadina, abrazando a sus propias piernas como desesperado intento para protegerse del frío y del abandono que calan todo su cuerpo desde sus piececitos descalzos, Rabel denunciaba la crueldad de la pobreza que desdichadamente hiere hasta a los más pequeñitos.

Los edificios y los carteles luminosos representados en el paisaje urbano del fondo, otro de los temas característicos de la producción artística de Rabel, resaltan la deshumanización de sus habitantes, retratados en el plano medio de la pintura como sombras de autómatas sin alma,  indiferentes al drama de la soledad y el desamparo del niño, que la sensible mirada de la artista ubica, en cambio,  en el primer plano de su obra,  para que por lo menos nosotros, los espectadores, no podamos evitar el verlo.

Refiriéndose a sus famosos niños, y tal y como puede constatarse en esta obra, decía muy acertadamente, la misma Rabel,  que se trata de “imágenes que no dejan de ser bellas” pero que, al mismo tiempo,   “a través de esos ojos, labios y gestos”, como los del pequeño niño retratado en Luces, “son espejo de la amargura y la pobreza de un pueblo que nos recuerda que no todo es luz y lentejuelas,”[1] tales y como las de los modernos negocios representados en el fondo de la obra, incluido justamente el de  una compañía eléctrica, con sus imponentes logos luminosos.

Fanny Rabel fue una artista nacida en el seno de una familia judía en Polonia, que como tantas otras familias de aquel entonces,  se vio forzada a emigrar para escapar del horror de la persecución y de la guerra. En México, el país que la acogió y que Rabel adoptó como propio, realizó una sobresaliente carrera artística, estrechamente entretejida con las problemáticas sociales de la época, y con los protagonistas principales del ambiente artístico de entonces, tales como Frida Kahlo, Diego Rivera, José Chávez Morado, y David Alfaro Siqueiros, que fueron sus maestros.

Si bien el espectro expresivo y temático de Rabel fue muy amplio, abarcando principalmente el género del retrato, la pintura costumbrista, los paisajes urbanos, la representación de escenas y personajes del mundo del teatro, y muchos otros de carácter más existencial tales como la soledad y las convenciones sociales que nos aprisionan, el paso del tiempo y la nostalgia,  de todos los hilos de continuidad entretejidos y reiterados a través del tiempo en su obra, sobresale muy particularmente el tema de los niños, pues como decía la artista,  su sufrimiento es una cuestión que hiere particularmente la sensibilidad de cualquiera. Efectivamente, afirmaba Rabel que:

 “la presencia del niño en el pueblo mexicano es una realidad preñada de lucha por la vida, de actividad constante, de ansia, de inquietud y al mismo tiempo de patética sumisión ante una herencia de dolor y de tristeza. Ya sólo el hecho de sobrevivir, en el campo y en los barrios populares de las ciudades, es la primera pelea [ganada] a las enfermedades y la desnutrición por aquellos que sin saberlo, ya entraron en el diario bregar por la existencia. Y ahí empieza ya ese niño a cargar al hermanito menor mientras la madre echa las tortillas o lava la ropa, después ayudará, apenas a los tres o cuatro años, a traer a casa el “mandado”, […] los niños con sus grandes ojos soñadores miran y absorben esa tremenda realidad del pueblo mexicano, tan trágica y sin embargo tan preñada de belleza y esperanza.” [2]

Escribió alguna vez el destacado artista Leopoldo Méndez, amigo y compañero de la artista,  que entre los discípulos de Rivera destacaba Rabel, principalmente  por su extraordinaria  sensibilidad y sentimientos humanos. En sus propias palabras y en relación con el tema de la representación de la niñez, que aquí nos ocupa, dijo el grabador que Rabel era una:

“mujer de grandes contrastes en su obra, que lo mismo la vemos acometer, desde altos andamios, la ejecución de una pintura monumental, que dedicar hora tras hora, año tras año, a la tarea de grabar o pintar pequeñas obras inspiradas en la vida de los niños, los que observa y recrea con los ojos de la inteligencia y del alma. Esa tarea suya tan digna de consideración y atención de todos se orienta generalmente a reflejar los aspectos que la gran tragedia moderna impone a las vidas de seres tan jóvenes y que ella como madre y como artista siente en cada niño que ve …” [3]

Efectivamente, incluso cuando pintaba los grandes murales a los que hacía referencia Méndez, Rabel generalmente incluía en ellos el retrato de niños, casi siempre con su muy singular conjunción de ternura y realismo,  que caracterizaba a su visión del mundo. Con el destacado crítico Jorge Crespo de la Serna podemos constatar que Rabel, “ateniéndose a la realidad, en la que aisla con tino lo que hay de más dramático en ella, […] penetra hondamente en la esencia de los seres que siente muy cerca de su corazón.”[4]

Rabel pintó Luces en 1955, cuando el crecimiento urbano de la ciudad de México estaba alcanzando un aumento demográfico sin precedentes. La migración del campo a la ciudad era entonces muy numerosa, y los asentamientos irregulares de las colonias populares se multiplicaban a pasos agigantados, sin que la ciudad pudiera garantizar los servicios urbanos mínimos necesarios para su desbordante población. Con su imagen, Rabel retrataba la otra cara del México moderno del así llamado “milagro mexicano,” pues para Rabel, aguda y sensible observadora de la realidad de su época, pese a las promesas constantes de bienestar, de prosperidad y de optmismo propias de aquel entonces, quedaba claro,  que en lo que a desarrollo social se refiere, a mediados del siglo XX, había todavía mucho camino que recorrer.

Su obra registra los efectos del proceso de industrialización y urbanización, no en las estadísticas y en los discursos oficiales, sino en la dramática vida personal de un niño pobre en la ciudad. Sin caer en la sentimentalización excesiva ni en la brutalización de la pobreza, propias de otras obras artísticas de la época,  Rabel nos enfrenta con una imagen de sufrimiento, de privación, y de desolación, pero también de belleza y de ternura, generando así,  al mismo tiempo nuestra simpatía y solidaridad, y, con ellas, la esperanza de que esta dramática realidad,  algún día llegaría a su fin.

En 1959, el Taller de Gráfica Popular  publicó su monografía tituladaNiños de México, constituida por 27 estampas, obra que fue acogida por la crítica contemporánea como una creación consagratoria por tratarse de un verdadero “poema gráfico”[5] que fielmente retrataba la realidad del país,  a través de sus niños. Una de las obras incluida en esta antología gráfica era,  precisamente, una reinterpretación litográfica de la obra que aquí nos ocupa,Luces, que ahora, a través del contraste de la luz y la sombra propias del medio, enfatizaba una vez más,  el tema de la oposición abismal entre la pobreza y la riqueza,  que ya señalamos como uno de los contenidos simbólicos protagónicos de su pintura.

Desde aquel entonces, la pintura y el grabado, fueron reproducidos en numerosas publicaciones sobre la producción artística temprana de Rabel,  pero también, reconociendo su extraordinario valor expresivo y paradigmático, se los ha utilizado como símbolo icónico de la injusticia social, en artículos que reseñan la importancia fundamental de la niñez, y de la imperiosa necesidad de defender siempre a sus derechos humanos. Con Enrique Gual podemos concluir que:

Fanny Rabel ha desgranado un inmejorable santoral de niños: el que vende pan, la que vende dulces, los incrementadores de alcancías, el niño del berrinche, la hija de la artista, etcétera, constituye una formidable secuencia de compasiva ternura, de homogeneidad de sentimiento … La trascendencia de la simbiosis Rabel-Infancia, reside en saber ver la pintora más allá de la pura actualidad infantil; hastiada de mal, anhela inconscientemente que estos niños conserven para siempre su estado de bondad, de lo que redundaría el mundo inmaculado percibidio en las brumas de una de esas utopías, que, quien más, quien menos, alimentamos todos en estados de vigilia.” [6]

Bibliografía

Archivo Paloma Woolrich

Comisarenco Mirkin, Dina. “Between the Absence of Images and the Duty of Memory: The Survival of a People Due to Their Spirit (1957) by Fanny Rabel,” Jewish Women: an Interdisciplinary Journal, Toronto University, vol. 9, no.2, 2012.

Crespo de la Serna, Jorge Juan, “Los maravillosos niños de Fanny Rabel,” Pintores del siglo XX, México en la Cultura, suplemento cultural de Novedades, 22 de marzo de 1959.

Gual, Enrique F., La pintura de Fanny Rabel, México, Anahuac, 1968.

Hijar, Alberto, “Del tiempo de Fanny Rabel,” Revista de Bellas Artes, 1975, pp. 52-55.

Rabel, Fanny, El Heraldo, 6 de diciembre de 1987

Rabel, Fanny, “Niños de México,” Mujeres del mundo entero, Berlín, F.D.I.M., 1960.

Tibol, Raquel, Fanny Rabel: 50 años de producción artística. Exposición retrospectiva, Museo del Palacio de Bellas Artes, México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1993.


Fanny Rabel, El Heraldo, 6 de diciembre de 1987.

Rabel, Fanny, “Niños de México,” Mujeres del mundo entero, Berlín, F.D.I.M., 1960, pp. 20-22.

Leopoldo Méndez, escrito a máquina, consultado en el archivo Paloma Woolrich.

Crespo de la Serna, Jorge Juan, “Los maravillosos niños de Fanny Rabel,” Pintores del siglo XX, México en la Cultura, suplemento cultural de Novedades, 22 de marzo de 1959.

Prueba de este hecho es que muy frecuentemente, para ilustrar artículos conmemorativos de la celebración del día del niño, en la prensa nacional se utilizaron obras de Rabel. Ver por ejemplo “Día del niño. Imágenes de Fanny Rabel,” Revista de Revistas. Semanario de Excelsior, no. 3874, 27 de abril de 1984, pp. 19-21.

Gual, Enrique F., La pintura de Fanny Rabel, México, Anahuac, 1968,  p. 71.

Art Decó y Art Nouveau en México

En esta entrada publicaré información acerca del Art Decó y el Art Nouveau, así como incluiré imágenes publicitarias que como estrategia de difusión de estos estilos irán dirigidas a la población mexicana para impulsar a que conozcan más acerca del art Decó y el Art Nouveau. De esta forma, al incluir las imágenes en ciertas revistas como TV y Novelas, Esquire  y Glamour se buscará que la gente conozca un poco más acerca de estos estilos y que de igual manera se les impulse a que visiten ciertos edificios, localizados en la Ciudad de México,  que destacan por su arquitectura y su decoración ya sea en Art Decó, Nouveau o incluso ambos.   

BELLASARTES HOTELDEMEXICO LIVERPOOL

El Art Decó, o Style Moderne, fue un movimiento que se originó en Europa en 1920. Este movimiento resulta de gran atractivo para artistas en lo relacionado con la arquitectura y la decoración. La primera manifestación importante del Art Decó se llevó a cabo en la Exposición Internacional de las Artes Decorativas e Industriales Modernas en París en 1925. Los objetos que se mostraron en esta exposición “trataban de marcar el nuevo signo de la sofisticación y elegancia”. El Art Decó tomó influencia de otras tendencias artísticas entre las que destacan representaciones del antiguo Egipto y otras corrientes importantes de Europa como el cubismo y la arquitectura Bauhaus.

Algunas de las características que distinguen a este movimiento son:

  • Formas sencillas pero marcadas
  • El uso de ornamentos que sean geométricos
  • Tomar figuras comunes y estilizarlas
  • Hacer uso de materiales ya sea, naturales como el jade, el marfil, la obsidiana y el cristal de roca (que resultan muy costosos por su valor en la naturaleza), o de origen industrial como es el plástico, el vidrio y aleaciones metálicas.
  • La elaboración de estas piezas es individualmente o se genera en series limitadas por lo que resultan costosas.

Al llegar este estilo a América, empezando por el gran impacto que causó la arquitectura en Estados Unidos, se dio una gran difusión del art decó. Específicamente en México, el movimiento se manifestó principalmente en la arquitectura de edificios como el de la Alianza de Ferrocarrileros Mexicanos del arquitecto Vicente Mendiola, y el Orfanato de San Antonio y Santa Isabel. Sin embargo también fungió como decoración interior y de complemento a la ornamentación de ciertos establecimientos como se puede apreciar en “la decoración interior del Palacio de Bellas Artes, en la que se aprecian elementos clave como la estilización de figuras mexicanas y el uso de diversos  tipos de mármol, y en el Gran Frontón México, situado en la Plaza de la República.  El Monumento a la Revolución, en ese mismo espacio, ofrece en sus pechinas grupos escultóricos Decó creados por Oliverio Martínez.”

Asimismo, se construyeron nuevos lotes y fraccionamientos, destacando los de la Colonia Hipódromo Condesa, en los que su edificación se basaba en el estilo decó. Algunos de los arquitectos que resaltan en la construcción de estos edificios fueron Juan Segura y Francisco J. Serrano. Dentro de las características que se pueden apreciar en estas construcciones destaca el dinamismo que se maneja en las superficies, las marquesinas adornadas con medallones o grecas prefabricadas, la variedad de texturas que se encuentran,  los motivos en los acabados y el uso de herrería que se basa en el ritmo y la geometría. “Enrique X. de Anda, profundo conocedor de la arquitectura mexicana considera que hubo tres elementos clave en el Art Decó mexicano: el uso de la tecnología del cemento, un nuevo concepto de organización espacial expresado en la distribución de plantas y la composición característica de las fachadas.”

El Art Decó cumplió su función en México, desde su llegada en la década de1920, hasta finales de 1930. Imprimió estilo y creatividad estética la cual se puede apreciar en algunas construcciones, como las mencionadas anteriormente, que   se han conservado hasta la actualidad.

Bibliografía y citas de:

Anzures, Manuel. El art decó en México. En línea, Internet, 25 de febrero del 2011. Disponible http://www.artdecomexico.com/artdecoenmexico

El Art Nouveau fue un movimiento artístico que surgió a finales del siglo XIX y principios del XX en Europa. Este estilo destaca en arquitectura, en lo industrial, en el diseño gráfico y en las artes en general. El nacimiento de este movimiento se dio en parte por la reacción ante el academicismo, por lo que se desarrolló más bien en talleres artesanales donde el principal objetivo era que se crearan objetos prácticos en la vida cotidiana y a la vez que fueran estéticos. Así pues, el Art Nouveau toma elementos de la naturaleza y sus colores como inspiración para la creación de sus objetos.

Algunas de las características que distinguen a este movimiento son:

  • La búsqueda de una identidad de lo urbano y lo moderno
  • El uso de motivos como las flores, hojas y la presencia del cuerpo femenino.
  • Se usó principalmente en el diseño de interiores, en la creación de joyas novedosas, en la forja, el vidrio, la cerámica, las telas y la ilustración (elemento que destaca en este estilo)
  • Creación de imágenes planas y lineales que se basan en la ornamentación.

Específicamente en México, así como el Art Decó, el Art Nouveau se aprecia principalmente en la arquitectura.  Existen varios edificios y casas en las que sus fachadas y decoraciones interiores reflejan el uso de este estilo. Algunos de ellos se encuentran todavía en la colonia Roma y uno de los máximos exponentes es el Gran Hotel de México (Ex -centro Mercantil) el cual cuenta con un elevador estilo Nouveau. Con respecto a la decoración exterior, en el Art Nouveau se resaltan las fachadas por medio de volumen y líneas curvas; en el interior los marcos de las puertas se caracterizan por tener perfiles ondulantes, que se logran por medio de rebordes.

 Bibliografía:

Crespo, Fernanda. Art Noveau y Art Decó en México. En línea, Internet, 28 de junio del 2010. Disponible http://www.arqred.mx/blog/2010/01/28/art-noveau-y-art-deco-en-mexico/

Toda cultura, Art Nouveau.  En línea, Internet, sin fecha. Disponible http://www.todacultura.com/movimientosartisticos/artnouveau.htm

Barroco Español

En esta entrada se encuentra un audio con información acerca del Barroco Español. Además cuenta con imágenes que hacen referencia a los temas mencionados en el audio.

Barroco Español   (AUDIO)

Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat (Madrid)_05  Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat

Francisco Quevedo Francisco Quevedo         Lope de Vega  Lope de Vega Las Meninas de Velázquez Las Meninas de Velázquez

Guión del audio

Música barroca española de fondo durante todo el audio.

Narrador 1:

El arte barroco se dio del siglo XVI al siglo XVII. Este movimiento se caracteriza por un rebuscamiento de estilos novedosos creando en el receptor la necesidad de descifrar el sentido y contenido de la obra.

El barroco español se basó en la Contrarreforma. El arte sigue ligado a temas religiosos, sin embargo se toma la libertad absoluta por crear y distorsionar formas para crear desconcierto.

La arquitectura, la literatura, escultura y pintura se puede encontrar en gran parte de la obra barroca española. La iglesia de Montserrat de Madrid, es un claro ejemplo arquitectónico del movimiento.

El barroco español en el contexto histórico:

–      Se dio en el Siglo de Oro, que transcurre a partir del momento de mayor empuje histórico de la España recién surgida

–      Fue unificada bajo el imperio de los Reyes Católicos y regida anteriormente por soberanos firmemente defensores de la fe.

–      La situación social interna se caracterizó por la existencia de grandes diferencias entre ricos y pobres

–      La cultura barroca resulta ser en buena medida reflejo de esas circunstancias conformadas por la decadencia, la crisis, el malestar social, las tensiones religiosas y una resultante común de frustración y desengaño.

Las características del arte barroco son:

–      El dinamismo, que procura crear una constante sensación de movimiento

–      La teatralidad, que se busca conmover emocionalmente al destinatario de la obra de arte.

–      El decorativismo y suntuosidad, donde el artista del barroco no se limita a centrar la atención sobre aquello esencial, sino que también se detiene en lo accidental.

–      El contraste, donde se procura alejarse de los ideales de equilibrio y uniformidad propios del arte renacentista.

  Narrador 2:

Dentro de la literatura destaca Francisco Quevedo, se caracterizaba por presentar más atención a los aspectos de contenido que a los formales, en la poesía moral muestra su preocupación por la vida, la muestra o el paso del tiempo. Dos de sus grandes obras son Soneto y A un hombre de gran nariz.

–      En el teatro tenemos a Lope de Vega, este crea la comedia nacional, una nueva forma de hacer teatro, los temas principales suelen ser el amor y el honor, este último relacionado con los celos, venganza y muerte. Entre sus obras más famosas se encuentran El Duque de Viseo y  Vida y muerte del rey Bamba.

–      En la pintura resalta Diego de Velázquez, fue una de las máximas figuras de la pintura universal, las características más representativas son: la perspectiva aérea y profundidad. La obra Las meninas.es un claro ejemplo de su arte.

 Narrador 3:

Estos son solo algunos de los representantes mas famosos sin embargo se puede encontrar una amplia variedad de autores, pintores y máximos exponentes del barroco español.

Fuentes consultadas (imágenes):

Wikipedia.  Iglesia de Nuestra Señora de Montserrat  En línea. Internet,  8 marzo 2013. Disponible  http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_de_Nuestra_Se%C3%B1ora_de_Montserrat

Plantilla Awesome Inc. La d e ojos glaucos  En línea.   Internet, sin fecha. Disponible http://ladeojosglaucos.blogspot.mx/2011/04/su-majestad-es-coja-entre-el-clavel-y.html

Autor desconocido. Lope de Vega, la comedia y Fuente Ovejuna. En línea.   Internet, sin fecha. Disponible http://www2.ups.edu/community/mellon/velez/lopedevega/lopedevega.htm

Autor desconocido. Las Meninas. Diego Da Silva Velázquez. En línea.   Internet, sin fecha. Disponible http://www.cossio.net/actividades/pinacoteca/p_01_02/las_meninas.htm

Fuentes consultadas (guión):

Gótico

En esta entrada publicaré un ensayo acerca de la primera novela gótica, incluí un breve contenido  acerca del contexto en el que se dio; pero en los hipervínculos que incluiré se puede encontrar esta información más detalladamente. Además, al final de la entrada se encontrará la información del libro y las páginas consultadas.

Ensayo sobre El Castillo de Otranto

¿Será que un libro gótico, con sus debidas características sombrías y sobrenaturales,  represente en su máxima expresión el terror? Esto es algo que cualquiera podría asegurar ya que se estaría hablando de una obra del género Gótico y sin duda alguna tendría la capacidad de infundir miedo en el lector; sin embargo, al hacer una investigación acerca del Gótico y una revisión en específico de El Castillo de Otranto daré mi punto de vista acerca de la pregunta inicial.

Primero que nada, mencionaré algunas características de la novela gótica y el contexto en el que se dio. Surge a finales del siglo XVIII y se basa en sucesos sobrenaturales, mágicos, fantasmales y de terror.  Así, en el género Gótico surge El Castillo de Otranto la cual es una novela escrita en 1764 por Horace Walpole inaugurando la literatura gótica. Esta novela se sitúa en Italia durante la época medieval y relata la historia de una familia noble de Orford que se verá afectada por una profecía que dictaba que “el castillo de Otranto debía dejar de pertenecer a esa familia cuando su verdadero propietario se volviera demasiado grande para habitarlo”. (Walpole: p.25) Con esto se anuncia la trama de la historia, desde este momento se anticipa que el relato y los sucesos que ocurran dentro estarán fuertemente relacionados con esta profecía. Sin embargo considero que los elementos que usa el autor cada vez que ocurre algún evento desafortunado no son lo suficientemente descriptivos con respecto a escenas de terror como podrían serlo. En mi opinión, en la obra se menciona muy superficialmente cada escena donde hay alguna muerte o sucede algún aspecto sobrenatural, creo que se podrían usar más técnicas descriptivas y grotescas para realmente generar terror; no obstante sólo se usan descripciones como cuerpos ensangrentados básicamente, sin que incluso al mencionar la sangre se genere una imagen mental que haya logrado estremecerme. Comparándolo, por ejemplo, con películas actuales se puede ver un completo contraste en la técnica para generar terror. En la película Silenthill se aprecia una excelente combinación entre terror y elementos góticos; incluye escenas que realmente me provocan escalofríos y un gran miedo. Hay partes que incluso resultan demasiado grotescas y sangrientas como cuando se le arranca la piel a una mujer; técnicas así son las que realmente generan terror y te dejan con una sensación inquietante que pueden llegar hasta quitar el sueño. No obstante, El Castillo de Otranto generó todo menos terror en mí, no me pareció una novela aburrida pero sí creo que, posiblemente por la época en la que la estoy leyendo (mucho más avanzada), puede llegar incluso a ser considerada un chiste ya que los elementos góticos que usa son demasiado sutiles y no llegaron realmente a impactarme como otras novelas o películas de terror lo harían. Dejando de lado la parte sangrienta y grotesca creo que también se podría haber hecho uso de otros recursos para introducir los elementos sobrenaturales y fantasmales. En la obra  se menciona que hay un estruendo en el castillo y gran parte de éste se derrumba, apareciendo en ese momento un fantasma que dice lo siguiente:

“-¡Contemplad en Teodoro al verdadero heredero de Alfonso!- dijo la visión; y después de pronunciar estas palabras, acompañado por el estampido de los truenos, ascendió solemnemente hacia el cielo donde, al apartarse las nubes, se vio la forma de Nicolás. Cuando recibió a Alfonso, ambos fueron ocultados de los ojos humanos por una llamarada gloriosa.” (Walpole: p.97)

A pesar de que aparezca un fantasma y se derrumbe el castillo considero que la forma en que lo presenta el autor es demasiado simple, es como si sólo hubiera introducido esta parte para ya llegar muy precipitadamente al final. Pudo haber usado más descripción en la que realmente se creara una atmósfera escalofriante en la que la presencia de un fantasma  diera la impresión de algo extraordinario, del suceso sobrenatural que es. Con todo lo que he visto actualmente en programas de televisión, películas e incluso he escuchado en programas radiofónicos, la presencia de un fantasma es algo que causa escalofríos en mí por la forma en la que se describe el frío que se llega a sentir, los ruidos que se escuchan e incluso los eventos tan repentinos e inexplicables que se dan. Sin embargo cada vez que se incluía un proceso sobrenatural en la obra era como si fuera un suceso más, no percibí que se creara un verdadero escenario tétrico en donde los personajes te transmitan el miedo que supuestamente deberían de estar sintiendo; de esta forma puedo decir que incluso me sentí cómoda al momento en que llegue a la aparición del espectro; para mí fue como un evento más en la historia. Por otro lado al ver la película El Aro, por ejemplo, me sentí inestable e insegura todo el tiempo. La forma en la que el espectro de la niña se aparece genera suspenso y miedo, lo cual convierte a la película en una obra de terror con un excelente uso de elementos góticos, específicamente los sobrenaturales y fantasmales.

De esta forma puedo decir que la novela efectivamente cuenta con elementos góticos de la época pero no fueron desarrollados de una manera en la que me produjera un sentimiento extraordinario ni llegara a ser trascendental en mi vida como una novela de terror que me haya marcado. Así, regresando a la pregunta planteada al inicio con respecto a la impresión actual que se tiene de terror, esta novela no resulta terrorífica; no crea el miedo que ahora una novela puede lograr. Más que nada genera suspenso; no obstante, dada la época, seguramente  generaba un sentimiento más alarmante y de terror en la gente debido a que resultaba ser un género completamente diferente a lo que se conocía. Así se crea un contraste y resulta impresionante el avance que ha habido en el género de terror de épocas medievales a la actualidad; sin embargo las bases que sentó el Gótico son fundamentales para el desarrollo de este género en la actualidad, aunque los elementos sean claramente más avanzados y logren infundir un verdadero sentimiento de miedo y terror del que se pueda transmitir con las primeras novelas góticas.

Por lo tanto, El Castillo de Otranto  es una novela que me generó el suspenso necesario para interesarme en la trama y cómo esta se fue desarrollando hasta llegar al desenlace de la historia; pero no me pareció terrorífica comparada con lo que he visto o leído en la actualidad. Sin quitarle la importancia que tiene, puedo llegar a la conclusión de que para mí resultó ser una lectura que, más que terrorífica, fue interesante ya que me permitió conocer cómo se desarrolló la primera novela gótica que surgió en este género y me pareció un claro ejemplo para analizar las características góticas que se pueden apreciar en ésta.

Bibliografía y fuentes consultadas:

• Walpole, Horace, El Castillo de Otranto, Madrid: Edit. Valdemar, 1993.

• Autor desconocido, Lengua y literatura. En línea. Internet 11 de julio del 2008. Disponible WWW http://literaturaylengua.com/2008/07/11/la-literatura-gotica-caracteristicas/

• Frases y pensamientos, Frases de Horace Walpole. En línea. Internet. 2008. Disponible http://www.frasesypensamientos.com.ar/autor/horace-walpole.html

• Autor desconocido, Horace Walpole. En línea. Internet 19 de septiembre del 2012. Disponible WWW http://es.wikipedia.org/wiki/Horace_Walpole

• Autor desconocido. Orford & Orfordness, The Suffolk Heritage Coast. En línea. Internet. 15 de febrero del 2013. Disponible http://www.orford.org.uk/

• Bermejo Díaz, Remedios. ¿Qué es la novela gótica?, En línea. Internet (sin fecha).Disponible http://www.alonsoquijano.org/cursos2004/animateca_v2/ponencias/TRABAJOS%20FINAL/ESCENARIO%202/PARTE%20III/TEMA%207/27%20LA%20NOVELA%20G%D3TICA/reme.htm

Elementos visuales

En esta entrada publicaré fotos de los elementos visuales: color, líneas y sección áurea. Los elementos visuales son conceptos que al dibujarse obtienen forma, medida, color y textura. Se observarán una serie de fotos de cada elemento visual, explicando el porqué de las fotos y dónde fueron tomadas. De esta forma, al darle click al siguiente link aparecerán tres álbumes distintos en los cuales se ubicarán las fotos tomadas de cada elemento visual. FOTOS

Color

El color es un elemento visual que varía según la cantidad de luz que absorba o refleje un objeto. Su percepción es subjetiva ya que experimenta influencias ambientales.
Al darle click al link aparecerá un álbum titulado «color» en el cual se encuentran fotos tomadas dentro de la exposición El color en el espacio de Carlos Cruz-Diez en el MUAC, situado en la UNAM. Esta exposición es acerca del color y composiciones creadas de tal forma que se producen variaciones del color según la posición en la que se encuentre el espectador. Además es una exposición creada con el propósito de generar distintas sensaciones según va variando el espectro de color. Por lo tanto las fotografías tomadas tienen el propósito de mostrar cómo logra el artista crear obras en las cuales se pueden apreciar una variedad de tonalidades de colores y la sensación que estas provocan en el espectador al observarlas desde diferentes ángulos.

Líneas

Una composición siempre cuenta con la presencia de líneas, sean estas visibles o no. Los distintos tipos de líneas son: horizontal, vertical, inclinada, curva u ondulada, quebrada y espiral. Estas líneas generan distintas sensaciones según estén ubicadas en la obra. Las horizontales generan calma, las verticales fuerza, las inclinadas inestabilidad, las curvas suavidad, las quebradas confusión y las espirales crecimiento. En el link proporcionado se encuentra un álbum que contiene dos fotos de cada una de estas líneas, las fotos fueron tomadas en la Universidad Iberoamericana y básicamente son fotos de elementos que representan estas líneas. Así, en estas fotografías de cosas como arbustos, escaleras, techos, plantas, sombrillas y etc. se pueden encontrar líneas horizontales, verticales, inclinadas, curvas, quebradas o espirales; además cada fotografía está nombrada según la línea que se pueda apreciar en ella.

Sección áurea

La sección áurea es otro elemento visual que representa la proporción de oro, es decir, es la manera en la que se segmenta una obra conservando una proporción que es considerada perfecta.
Al dar click en el link aparecerá el álbum titulado sección áurea, dentro de este se encuentran fotos tomadas de distintas partes de mi cuerpo siempre conservando la idea de sección áurea; de esta forma se apreciarán fotos tomadas ya sea de la cabeza, mano, pies, torso o cuerpo completo que fueron capturadas buscando conservar el punto de oro (número «phi» que equivale a 1.618). Además hay tres fotos de obras de arte famosas como son Los esposos Arnolfini de Jean Van Eyck, Final de un arabesco de Edgar Degas y El negro Scipion de Paul Cèzanne en las cuales por medio de escuadras y compás se trazaron secciones áureas encontradas en estas pinturas.